El Movimiento Apostólico es una agregación eclesial de fieles laicos que se ocupa con particular servicio del anuncio y recuerdo del Evangelio de Cristo Jesús. Llevar el Evangelio viviéndolo, ofrecer la propia vida en un empeño de conversión y santificación para la salvación del mundo: esta es la respuesta que los miembros del Movimiento Apostólico están llamados a dar a un llamado que surge del corazón de la Virgen Maria Madre de la Redención.
Naciò en Catanzaro el 3 de noviembre de 1979, a través de la inspirada y fundadora Sra. Maria Marino; el Movimiento Apostólico fue acogido con benevolencia por el Arzobispo de Catanzaro Mons. Armando Fares y de su auxiliar Mons. Serafino Sprovieri. Su sucesor Mons. Antonio Cantisani aprobó los estatutos. A continuación la aprobación fue sellada por la Conferencia Episcopal Calabresa.
El 16 de agosto de 1987, acompañado por Mons. Vincenzo Rimedio, una numerosa delegación del Movimiento Apostólico fue recibida en audiencia privada por S.S Juan Pablo II en Castelgandolfo. Naciendo del cenáculo – dijo el Papa a los adherentes –, el Movimiento Apostólico tiene la tarea de “dar al mundo un nuevo espíritu” (cfr. Osservatore Romano, 16-17 agosto 1987, p.5). Es la tarea de conversión llevado adelante con la fuerza del Espíritu Santo, alimentandose de la Eucaristia, en comunicación con los Obispos invocando incesantemente con el Santo Rosario a la Virgen Maria particularmente venerada bajo el título de Madre de la Redención, con la protección de los Ángeles y los Santos.
Un primer sector de tarea del Movimiento conforme al propio carisma es la evangelización y la catequesis; donde el Movimiento Apostólico nace ofrece una catequesis orgánica sistematica y permanente guiada por sacerdotes y abierta a todos los fieles para formarse en la fe. Esa está acompañada de encuentros de formación a la espiritualidad del Movimiento para que los adherentes puedan corresponder con conciencia y responsabilidad al carisma específico y al rol propio que esta agregación tiene en la Iglesia.
Formándose en la fe y avanzando en un camino de conversión los adherentes del Movimiento Apostólico se insertan primordialmente en sus parroquias y en los organismos diocesanos para vivir responsablemente la actividad misionera de la Iglesia. Son disponibles para la misión donde hay mayor necesidad: en las comunidades eclesiales más pobres, entre los enfermos, entre los jóvenes y en sus respectivos ámbitos sociales de cada dia.
De la espiritualidad del Movimiento Apostólico nacieron numerosas vocaciones al presbiterado y al diaconado; son expresiones particulares también el Instituto Secular Maria Madre de la Redención, aprobado por el Ordinario de Catanzaro Squillace, y el Centro de estudios Teológicos Verbum.
Actualmente el Movimiento Apostólico se extiende en buena parte de las regiones italianas; y está presente también en Suiza, Austria, Rep. del Congo, Camerún, Costa del Marfil, Madagascar, India y está en vía de formación en otros Estados. Sus organismos de comunicación son el homónimo periódico quincenal difundido desde el 1983 y la página web www.movimentoapostolico.it. Además de la conversión on-line del periódico, se encuentran , los soportes para la catequesis y los comentarios de los libros del Nuevo Testamento del asistente eclesiástico Mons. Costantino Di Bruno, y también el musical de Cettina Marraffa – instrumentos multimediales para comunicar el Evangelio en modo fresco y actual en nuestro mundo.
En sus convenios nacionales, desde el 2006 al 2012 – concentrados respectivamente en las relaciones del Card. Angelo Scola, del Card. Carlo Caffarra, de S.E. Mons. Mauro Piacenza, de S.E. Mons. Giuseppe Marciante, de S.E. Mario Toso y de Mons. Miguel Delgado Galindo – ha sido ratificada la atrayente fuerza misionera del Movimiento Apostólico, su plena fidelidad al Magisterio de la Iglesia, su empeño cristiano y ser “luz del mundo y sal de la tierra”.